Aprovecha niña, que hay cosecha.
de escribientes venidos de lejos
llenos de buenas intenciones
en su pura ingenuidad globalizada.
Corre tras la algarabía de papel,
colecciona consejos y aprende,
y si puedes, descubre el acertijo
que se esconde tras el nombre
mal o bien ganado de poeta.
Ama todo cuanto puedas
embadúrnate con algodón de azúcar.
Que cuando la juventud se acabe
puedas decir que cometiste errores
o que supiste beber de todo un poco.
Yo seguiré viajando con los ojos,
rumiando en paz este silencio
regando las raíces que me nutren
apagando incendios con saliva
y sonriendo con el goce cotidiano.
Empaca las maletas y alza vuelo
o quema la ropa y ve desnuda
que hay fiesta con erario público,
que hay plumíferos dispuestos
haciendo del atril su pasarela.
Aléjate de esta arcilla prehispánica
de esta humanidad cansada
de este viejo anacoreta
que no gasta en propaganda
ni malgasta pagando exhibiciones.
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